Arriba: Fotografía grupal de la profesora con sus alumnas y alumnos de Arte Culinario en CESDE

De nuevo una plataforma de streaming logra que se me encienda el bombillo para un proyecto de fotografía muy interesante.

Soy un fanático del control. Lo admito. En gran medida, me ha ayudado en mi carrera, pero en el camino me he dado cuenta de que no soy el único. Durante este proyecto me di cuenta de que hay muchos como yo que sienten ese fuego creativo que brota por montones, esta vez desde una cocina. En pocas palabras, este proyecto me desafiaría de una manera nueva y extraña.

Arriba: Sesión de clase en la cocina de CESDE

Los retratos que logramos para esta sesión fueron realizados para los futuros graduados de la técnica en Arte Culinario de una Institución de Educación para el Trabajo y el Desarrollo Humano muy conocida en la ciudad donde vivo, esta Institución se llama CESDE y se fundó el 15 de julio de 1972.

La Institución ofrece a la comunidad y al sector empresarial una amplia oferta de 33 programas técnicos en diferentes áreas del conocimiento, adscritos a la Escuela de Desarrollo Empresarial, Escuela de Creatividad y Nuevas Tecnologías, Escuela de Salud y Cuidado y la nueva Escuela de Agrotech. Estos programas son ofrecidos de manera presencial o sincrónica en Medellín, Bogotá, Bello, La Pintada, Apartadó y Rionegro.

La idea para estas fotografías surgió muy rápido, pues algunos amigos estaban estudiando allí y me recomendaron para realizar las fotografías de retrato a todos los alumnos. Los chicos y yo ideamos un concepto para la sesión una tarde compartiendo un café. Capturaríamos retratos de todos en un entorno de un estudio que pareciera clásico, natural y un momento de amistad. Sería un gran esfuerzo por parte de ellos porque nunca les habían hecho unas fotos así y, además, estas imágenes servirían para sus portafolios y redes sociales tanto de la institución como para las de ellos, solo por nombrar algunos.

Como la idea era generar un ambiente amigable, propuse que no solo haría las fotos de retratos, sino que también sería testigo de un día de trabajo de ellos en la cocina durante una clase, así el resto del equipo me conocería, compartiría con ellos un día como uno más solo que en lugar de cocinar, haría las fotografías de registro que darían cuenta de todo lo que involucra crear unos deliciosos platos para sus clientes.

Y ahora, después de la clase, nos enfocamos en los retratos en un salón alterno preparado con antelación.

Arriba: Fotografía de detrás de cámaras con los chicos antes de empezar con los retratos
Arriba: Fotografía de retrato grupal de la profesora con sus estudiantes
Arriba: Fotografía de retrato grupal de la profesora con sus estudiantes
Arriba: Fotografía de retrato grupal de la profesora con sus estudiantes

Ahora sí, les presento los retratos de cada uno de los estudiantes:

Entonces, ¿cuál es la conclusión aquí? Los fotógrafos pueden ser fanáticos del control pero tanto en este arte y profesión existen otras personas que sienten lo mismo en sus áreas de profesión lo cual me encanta porque muchos vivimos día a día pensando en el siguiente paso que sorprenderá a nuestros clientes.

Gracias por llegar hasta aquí y que dediques tu valioso tiempo en leer esta historia. Si tienes un comentario, no dudes en escribir. En la pestaña blog también tengo más historias como esta.

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